BAHIA BLANCA.- Desde hace quince días, 300 mil bahienses reciben agua con olor a insecticida en sus casas. Por eso, para beber e higienizarse muchos de ellos hacen cola en pozos públicos, con recipientes de todo tipo como si se tratase de la época colonial.
Marchas de protesta por las calles de Bahía Blanca en reclamo de la prestación de agua. |
El mal olor provendría de la combinación del cloro que se utiliza para eliminar las bacterias y las algas acumuladas en el dique.
En los últimos días disminuyó el aroma en relación con las primeras jornadas, pero -según los análisis de la División de Bromatología de la municipalidad- también disminuyó el cloro.
Entienden los técnicos que esto hace más peligroso el consumo del agua, porque aumentaría el potencial bacteriológico. Pero el ministro Mussi dijo que "el agua se puede consumir".
Azurix SA se hizo cargo del servicio a principios del año último. Seis meses más tarde, en julio, enfrentó el primer problema con la mencionada coloración del agua. La promesa de que el pago de ese servicio se descontaría de las facturas no fue cumplida.
El director general de operaciones de Azurix SA, Richard Lacey, dijo que "como gesto de buena voluntad" habrá un descuento en los pagos de los clientes.
Apenas hizo este anuncio, un grupo de manifestantes -donde no faltaron activistas políticos y sindicales- coparon las instalaciones de Azurix. Luego se trasladaron al despacho del intendente Linares, donde hubo algunos destrozos.
En los mercados, la venta de agua mineral y envasada aumentó hasta un 1000 por ciento según los distribuidores.
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